viernes, 5 de agosto de 2011

LA ARROGANCIA DEL TITANIC

Gran parte de la publicidad del Titanic estaba basada en una frase: “Ni Dios puede hundirlo”. Jamas se habia construido un buque de semejante porte y con tantas medidas de seguridad para casos de accidentes. Sus catorce compartimientos estancos, por completo herméticos, y su doble fondo, garantizaban que aquella nave podia llamarsela “insumergible”.

A las 21.40 del 14 de abril de 1912 el Messaba, un buque que navegaba por la zona, envio al Titanic un aviso de hielos flotantes. Este mensaje no llego nunca al puente de mando porque considero que “esas cosas” no afectarian a la nave. Entonces, siguieron navegando a 22 nudos, casi a toda maquina.

Un nuevo navío, el Baltic, tambien advirtió sobre los hielos flotantes. Sin embargo, en el Titanic seguían haciendo caso omiso a estas advertencias. Todos reían felices y seguían brindando.

A las 23.40 se produce el choque, que abrio un costado del buque a lo largo de 100 metros. Pero el Capitán Smith ni se inquieta. La orquesta seguia tocando y la fiesta a bordo continuaba mientras los pasajeros jugaban con los trocitos de hielo que habian caido sobre la cubierta. Pero comenzo a hundirse y solo habia 16 botes salvavidas cuando debieron ser 48.

La radio emitio el pedido de auxilio pero el Californian, a solo 8 millas del lugar, no lo recibio porque su radiotelegrafista habia desconectado el aparato 10 minutos antes, enojado por el trato arrogante de sus colegas del Titanic…

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